Una vuelta de tuerca siniestra a los personajes literarios creados por
Alan Alexander Milne. En esta película, Pooh y Piglet se convierten en
los principales villanos, tras ser abandonados por un Christopher Robin
que va a la universidad. El chico se aleja de ellos, y se desentiende de
ellos, poniéndoles la existencia muy difícil. Como han tenido que
valerse tanto por sí mismos, se han vuelto esencialmente salvajes: han
vuelto a sus raíces animales. Ya no son amigables: son como un oso y un
cerdo despiadados que quieren ante todo dar caza a muchas presas.