Tres adivinos llegan al castillo para predecir el destino del pequeño
Príncipe Leopoldo. En el camino se detienen ante el comandante de la
guardia, que también acaba de tener un hijo. Su predicción no es muy
gloriosa. Los adivinos predicen que el pequeño Leopoldo se casará con la
hija de un rey vecino. El príncipe y la princesa se odian desde niños
desde el primer momento, pero sus padres insisten en cumplir la
profecía. El día de su matrimonio, Leopold y Josephine descubren una
manera de frustrarlo.