Jackie Powers (Scott Caan) es un buen tipo pero un pésimo asesino a
sueldo, y cuando le envían a liquidar a un astuto deudor (J.K. Simmons),
Jackie no hace más que enfurecer. Huyendo de la escena, Jackie toma
como rehén a la aburrida camarera Lola. Cuando Jackie le revela que
necesita dinero para sacar a su hijo de la cárcel, Lola trama un plan
para que consigan dinero de su madre moribunda (Virginia Madsen).
Mientras tanto, un matón enviado a matarlo se acuesta con la ex de
Jackie. Protagonizada también por Frank Grillo, esta comedia policíaca
es un ingenioso homenaje a Tarantino y a los hermanos Coen.