Con el objetivo de salvar a su pequeño de ser asesinado por el faraón,
una madre desesperada arroja a su hijo recién nacido río abajo. El niño
israelí es encontrado por los reyes de Egipto, quienes le dan al niño el
nombre de Moisés y le crían como hermano del heredero al trono. Pero
cuando, años más tarde, se descubre el origen hebreo de Moisés, los
hermanos se alejan.